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Inteligencia Artificial en la educación: entre las dudas, retos, beneficios y peligros

Llegó para quedarse. Es una herramienta útil, a la mano de todos quienes tengan Internet y dominen su uso. Puede ser un gran aliado de docentes y estudiantes, pero también abre un gran signo de interrogación sobre sus límites y los eventuales perjuicios.

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Es relativamente sencillo. Se ingresa al ChatGPT o alguna otra plataforma o aplicación de Inteligencia Artificial (IA) y, a partir de la información que recibió previamente, puede desarrollar conceptos escritos complejos o sencillos. A partir de las instrucciones que tenga almacenada puede profundizar en teorías, cruzar datos e incorporar reflexiones. 

En cuestión de segundos puede finalizar un trabajo de cualquier disciplina o, al menos, estructurar un esqueleto que luego deberá ser revisado por el usuario. Es que la IA puede incorporar conocimiento y plasmarlo por escrito en instantes con unos simples comandos. Desde textos sobre Geografía e Historia, hasta reflexiones filosóficas, soluciones a problemas matemáticos y estrategias legales para enfrentar un litigio. Los docentes y los estudiantes tienen a la mano algo que hasta el momento no conoce límites.

Las dudas: ¿Favorece una educación mejor? ¿Contribuye a la función social de la educación? ¿Cómo se puede integrar con sentido formativo? ¿Puede promover la personalización del aprendizaje? ¿Mejora la competencia docente?

En el plano ético: ¿Contribuye al bien común? ¿Es segura? ¿Qué desafíos éticos plantea su integración en la educación? ¿Se puede asegurar un uso responsable? Además, en lo emocional: ¿Cómo afecta a la educación emocional? ¿Tiene efectos psicológicos en el estudiantado? 


Retos

Más allá de las dudas, la IA puede servir de apoyo educativo y mejorar la enseñanza y el aprendizaje tanto en aspectos administrativos como en tareas educativas. Entre otras cosas, puede contribuir a una enseñanza reflexiva y con coherencia pedagógica. ¿Cómo? Al transformar el rol docente y automatizar algunas tareas, va a dejar más tiempo para un trato personalizado. 

El espacio académico y periodístico australiano The Conversation ya realizó varios estudios sobre el desembarco de la IA en las aulas. En un artículo publicado recientemente, afirma que la tecnología tiene una serie de retos, como permitir “lograr un aprendizaje crítico y creativo” al “identificar mentiras y bulos, analizar información y sus fuentes y considerar diferentes perspectivas para formarse opiniones fundamentadas”. Esto, añade, “fomentará la imaginación y originalidad para el pensamiento creativo”.

The Conversation subraya que la IA también puede contribuir a la formación permanente del profesorado, a mejorar la comunicación y participación de las familias en los procesos educativos y evitar comportamientos deshonestos como el plagio o la atribución de autoría falsas en la medida que el uso de las herramientas sea correcto.


Beneficios

En los hechos, la tecnología está jugando un rol importante para enfrentar la crisis de aprendizajes, en especial de las habilidades básicas, como lengua y matemáticas. Por ejemplo, se están desarrollando soluciones para evaluar la precisión lectora con herramientas que usan IA.

También se están desarrollando proyectos que unen la IA con juegos de realidad virtual para mejorar la lectoescritura en niñas y niños con dislexia, lo que a su vez tiene un impacto en la inclusión educativa. En tanto, avanzan iniciativas que promueven el aprendizaje de idiomas mediante bots conversacionales y recursos educativos digitales.  

Pero esto son tan sólo ejemplos. Porque estas nuevas tecnologías facilitan incluso la docencia al automatizar tareas administrativas, liberándolos para centrarse en la enseñanza, algo clave para que la interacción personal se vuelva el foco principal en las aulas. Asimismo, se estimula el aprendizaje individual y grupal con los sistemas de tutoría inteligentes que pueden adaptarse a las necesidades de aprendizaje de cada estudiante.


Ser conscientes

El estadounidense Dan Fitzpatrick, especialista en educación y tecnología, da conferencias sobre el impacto de la IA en el aula. En una disertación en Orlando, ante docentes y autoridades de la enseñanza, pidió a los presentes ser conscientes ante lo que puede venir. “La educación ha evitado las perturbaciones durante unos cientos de años, mientras que el mundo que la rodea ha sufrido perturbaciones masivas. Creo que está a punto de cambiar debido a la aplicación de estas nuevas tecnologías”, afirmó.


El sistema educativo se puede beneficiar de las facilidades para el monitoreo de los alumnos ya que las aplicaciones de IA pueden realizar un seguimiento del rendimiento de los estudiantes en tiempo real, proporcionando una retroalimentación inmediata de los procesos al incorporar variables que adviertan deterioros cognitivos o avances en los aprendizajes. 

La frutilla de la torta radica en que permite combatir la deserción escolar. Puede identificar a los estudiantes en riesgo de abandonar la escuela a partir del registro de inasistencias, llegadas tarde o retiro anticipado de los locales de estudio. Además, tiene la capacidad de emitir advertencias sobre esto a los docentes, familiares y autoridades educativas.


Peligros

No todo es color de rosa. Porque los desafíos y peligros son una realidad ante un potencial desconocido respecto a la IA. Primero, en lo que refiere a la privacidad y seguridad de los datos de los estudiantes. 

La ONG Educo insiste con este tema. “La protección de los datos personales del alumnado debe de ser siempre una prioridad y, por un lado, los centros deben garantizar la confidencialidad de la información y, por otro, los estudiantes, deben aprender a utilizar de forma segura las herramientas de IA”, sostiene en un artículo publicado en su portal.

Otro de los inconvenientes es la imposibilidad, en ocasiones, de conocer la fuente de información que ofrecen las plataformas de IA. Entre la lista de temores de la comunidad educativa se encuentra la posible pérdida de puestos de trabajo debido a la automatización de tareas. Por ello, se insiste en la capacitación permanente de los equipos docentes. “La automatización de tareas puede suponer también que en el sistema educativo se pierdan empleos debido a la falta de preparación de docentes y otros actores de los centros educativos o a la asunción de tareas por parte de la IA”, advierten desde la ONG Educo.

Por otra parte, esta organización exhorta a “garantizar la igualdad de acceso a la IA para los estudiantes” para evitar una “brecha digital” entre quienes pueden manipular dispositivos electrónicos y acceder a Internet y quienes no. 


Pérdida de creatividad. 

La creatividad es una de las características más humanas, sobre todo en niños y niñas. Es importante controlar el uso de la IA por los niños, niñas y adolescentes para evitar una dependencia excesiva y que no aprendan a tener un pensamiento propio, de acuerdo a lo que advierten los especialistas en educación e infancia.


Pero esto no es lo único. Algunos advierten por una posible superación de la inteligencia humana desde la IA, lo que supone un riesgo. Esto se podrá evitar con la investigación y aplicación de medidas de seguridad adecuadas para que la IA ayude a las personas y no las ponga en peligro. Nadie habla de un escenario catastrófico, pero se entiende prudente hacer un seguimiento de los grados de autonomía que adquieren las herramientas que generan contenido de manera independiente y autónoma.

Otro de los peligros es la perpetuación de prejuicios ya que en algunos casos la IA puede amplificar los prejuicios sociales debido al diseño que se haya realizado del algoritmo y la información que haya recibido para estructurar sus aprendizajes.

En definitiva, la inteligencia artificial puede ser una gran herramienta para la educación, pero no todo está dicho. Hay claros y oscuros, pero por sobre todo una gran incógnita sobre su alcance y sus efectos.

Algunas plataformas de IA aplicadas a la educación


Scratch

Plataforma educativa diseñada para que los alumnos aprendan a programar. Con ella pueden crear animaciones, juegos y participar en actividades interactivas. 


Quickdraw

Es una aplicación de aprendizaje automático creada por Google. En ella, los alumnos pueden realizar un dibujo y la inteligencia artificial adivinar qué se ha representado. Con esta plataforma los estudiantes tienen una experiencia lúdica mientras se estimula su imaginación, la capacidad de representar objetos, el pensamiento abstracto y la habilidad visual-espacial.


Plaito

Es una aplicación de inteligencia artificial pensada para potenciar el aprendizaje de los alumnos y ayudarles a asimilar conceptos específicos de cada asignatura. Además, también plantea ejercicios y actividades para ayudarles con sus deberes. 


Gradoscopio

Está pensada para apoyar a los docentes en la evaluación de los exámenes y proyectos de sus alumnos. Puede utilizarse para diferentes asignaturas: desde física hasta matemáticas, pasando por biología o química.


Cymath

Es una aplicación creada para apoyar a los alumnos en el aprendizaje de las matemáticas. Plantea problemas para distintos niveles y ofrece soluciones con explicaciones detalladas paso a paso. 


Socratic

Es una aplicación de Google que ofrece soporte en varias asignaturas escolares, como la matemática. Por ejemplo, si se necesita resolver una ecuación matemática y no se sabe cómo hacerlo, solo se tiene que sacar fotos y esperar la respuesta del software. Sin embargo, Socratic acompaña cada respuesta de imágenes y explicaciones.


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